El aborto en el cine. Una historia de grietas y resistencias
Videoensayo
por Sociedad Anónima del Sonido
Desde siempre, el aborto ha tenido nombre, pero desborda el lenguaje que intenta contenerlo. No es, simplemente, un hecho biológico o jurídico: es —todavía— un dilema ético que habita una grieta, una fractura que atraviesa las estructuras del patriarcado y expone, una y otra vez, las tensiones entre la ley, la moral y el cuerpo de las mujeres. El cine, máquina de representación social, miró esa fractura desde sus inicios, pero casi siempre de reojo: bajo vigilancia. El aborto fue —y sigue siendo— elipsis, insinuación, silencio: un fuera de campo que señala los bordesde lo moralmente aceptable. Y, aun así, incluso bajo censura, el cine encontró grietas: mujeres que filmaron antes de tiempo, directores que insinuaron lo prohibido, narrativas que se atrevieron a nombrar lo que debía permanecer oculto. De esas grietas—visuales, políticas, morales— emerge la historia del aborto en la pantalla.
