Die Verlorene Ehre der Katharina Blum, 1975
Volker Schlöndorff & Margarethe von Trotta
Alemania

¿Por qué la elección?
En 1975 Volker Schlöndorff y Margarethe von Trotta adaptan la novela homónima de 1974 de Heinrich Böll. Un drama político que pone el foco en la capacidad que la fuerza policial y los medios de comunicación tienen para arruinar la vida de inocentes testigos, e ilustra los prejuicios y estigmas a los que están sometidas las mujeres. Katharina Blum es la empleada doméstica de un reconocido abogado empresarial. Una noche de carnaval conoce a Ludwig Götten, un criminal perseguido por la policía, acusado de anarquista, ladrón de bancos y potencial terrorista. Este desafortunado encuentro desemboca en una redada policial y una posterior serie de agresivos interrogatorios. La prensa y los detectives capitalizan sobre la naturaleza reservada y tímida de Katharina para someterla a todo tipo de procesos deshumanizantes. En el recinto policial abundan los gritos y los comentarios tendenciosos y violentos acerca de su estilo de vida. La protagonista es acorralada por un mar de hombres iracundos que solo quieren exprimir información acerca de su involucramiento con el terrorista y llevarla al extremo.
Todos y cada uno de los aspectos y vínculos de la vida de la protagonista son expuestos y sujetos a escrutinio y juicio público. La invasión de su privacidad y posterior uso difamatorio por parte de la prensa la convierten en el blanco perfecto para recibir acoso por correo y mensajes de odio hipersexualizados. El periodista a cargo de investigar el caso no tiene ningún escrúpulo y no duda en fabricar información, inventar testimonios y tergiversar relatos para ganar la atención del público. Pareciera que detrás de la devoción por la ley y el orden y el respeto del honor y las virtudes germanas se esconden potentes armas capaces de destruir vidas en el siglo XX: la prensa amarillista y la violación de la privacidad.
Casi cincuenta años después de su estreno, los problemas que aborda El honor perdido de Katharina Blum tienen plena vigencia. El poder de la prensa, la corrupción, la violación de los derechos humanos, la lucha contra el terrorismo, la difamación y la dispersión de información falsa y sensacionalista están a la orden del día, así como lo sigue estando la feroz disparidad en el trato hacia las mujeres.
Ficha técnica