Prima Facie, 2022
Justin Martin
Reino Unido

¿Por qué la elección?
“No hay verdad real, solo hay verdades jurídicas”. Con esta sentencia, y apoyada en la incuestionada autoridad de la universidad de Cambridge, la decana de derecho recibe a los estudiantes de primer año. Grabadas con fuego en la mente de Tessa la estudiante, y aplicadas con eficacia y rigor más tarde por Tessa la abogada, las palabras de la decana demarcan Prima Facie , una pieza que aborda las posibilidades del derecho para impartir justicia cuando la única realidad que reconoce es la que puede ser probada en y por el proceso legal.
Filmada en vivo desde el teatro Harold Pinter en el West End de Londres, dirigida por Justin Martin y actuada por Jodie Comer, Prima Facie, deconstruye, y destruye, esa sentencia ancestral. Con un lúcido texto y una extraordinaria actuación, la obra demuestra que existen verdades reales más complejas e imprecisas que las que puede abarcar el derecho con sus tecnicismos. Porque, parece afirmar la obra, el derecho y sus verdades han sido diseñados por generaciones de hombres, que siendo solo capaces de reconocer su propia experiencia, han armado un sistema entreverado e inepto para acercarse a la forma como las mujeres viven los problemas de los que se ocupa el derecho. En especial, la violencia sexual.
Es justamente un hecho de violencia sexual el que obliga a Tessa a cambiar de lugar en la Corte. Debiendo por una vez ocupar la silla de la víctima, Tessa se da cuenta de lo que hacía cuando argumentaba jurídicamente; de lo que desconocía cuando exigía de los testigos coherencia, univocidad, literalidad en los relatos. Así, en un conmovedor alegato final, la abogada, ahora víctima, dice que exigir lo que el derecho exige en los casos de violencia sexual no es nada menos que denegar justicia. Porque sí hay una verdad más allá de la verdad jurídica y no es una verdad indiscutible, no es uniforme, no es precisa. Sin embargo, escucharla, reconocerla, es la condición esencial de la justicia.
Ficha técnica