Susana, 1980
Susana Blaustein Muñoz
Argentina

¿Por qué la elección?
La mendocina Susana Blaustein, en 1980, cinco años antes de ser nominada al Oscar por su documental sobre las Madres de Plaza de Mayo, presenta Susana, un cortometraje documental pionero en el que explora autobiográficamente su existencia lesbiana.
El dispositivo que propone el corto consiste en una escenificación del conflicto familiar en torno a su sexualidad, y se basa en extraer la ideología homofóbica del ámbito privado, y discutir con ella de manera explícita, llevando a los miembros de su familia a dialogar en sus propios términos (el lenguaje audiovisual) y en su propio territorio (la arena pública y política). El discurso “enemigo”, dolorosamente encarnado en este caso en boca de su propia hermana, se exhibe con el objetivo de exponer, aclarar y tener la oportunidad de responder. El recorrido –a diferencia del tabú, la fragmentación y los silencios que caracterizan a las conversaciones familiares en torno a la disidencia sexogenérica de uno de sus integrantes– es minucioso y exhaustivo, hasta alcanzar un clarísimo “agree to disagree” (la aceptación de la imposibilidad del acuerdo), que pone en evidencia que el rechazo a la homosexualidad habita un plano mucho más emocional que racional, como un límite indecible donde no se tolera la diferencia y se castiga la desobediencia a los mandatos que se suponen comunes.
Ante la ausencia de una reposición posterior que confirme o niegue que los textos son originales, de puño y letra de su hermana, madre y padre, el cortometraje también se encarga de poner en jaque la pretensión de veracidad del género documental, develando su clara intención política. Vulnerable y a la vez altiva, Susana elige posicionarse en el contraste, al narrar su historia personal combinando la visión externa con su propio relato, y se hace cargo de las contradicciones del a menudo sinuoso camino de la orientación sexual, plagado de los obstáculos y las resistencias que la sociedad opone hasta el día de hoy.
Ficha técnica