¿Por qué la elección?

The Nun de Jacques Rivette se adentra en los claustros católicos del siglo XVI con una apuesta mordaz sobre la pérdida de la libertad de elección de una mujer muy joven que es obligada a tomar los votos, soportando el asedio permanente de aquellos que pretenden controlar su corazón y su mente. Lanzada en 1966, la película, basada en una novela homónima de Diderot y protagonizada por Anna Karina, enfrentó la condena de la iglesia Católica, siendo reiteradamente prohibido su estreno por las autoridades francesas.

Suzanne, hija extramatrimonial, expía el pecado de su madre sacrificando su vida a través de los votos. La falta de vocación, sin embargo, la lleva una y otra vez a rebelarse ante las reglas impuestas por sor Sainte-Christine, una nueva madre superiora. Los interiores claustrofóbicos y austeros del convento albergan la uniformidad abrumadora de los hábitos, y la lista infinita de renuncias a las que debe adscribir Suzanne atormenta sus días, con total consciencia de que preferiría abandonar los votos y vivir una vida de pobreza a continuar privada de su libertad. Su actitud desobediente es castigada con un nivel de disciplina que no tarda en acercarse a la tortura y al sadismo, y que encuentra su justificación en la lógica perversa del cristianismo del pecado y la culpa.

Muchos más, hombres y mujeres, escudados en la moral y los santos evangelios, intentarán abusar de Suzanne hasta que consiga escapar. Hasta ese momento su destino se encuentra en manos de obispos y abogados que aseguran velar por sus intereses, pero que no la han ayudado. The Nun cuestiona la institucionalización de la fe al desentrañar los lazos que asemejan el convento religioso al sistema carcelario, donde jóvenes mujeres de menos de veinte años, abandonadas y desposeídas material y simbólicamente, son sometidas a la violencia, el autoritarismo y la deshumanización, hasta el punto de convertirse ellas mismas en quienes ejercen, contra sí mismas y contra el resto, la fuerza de la represión.