Tempestad, 2016
Tatiana Huezo
México

¿Por qué la elección?
“Mi hija tenía veinte años cuando se la llevaron. Era un martes…” Esta corta frase, dicha así, en medio de una larga narración a dos voces, da cuenta del tono y del tema del documental Tempestad. Tatiana Huezo nos sumerge en la violencia sistémica de México de la mano de la historia de dos mujeres. A pesar del detalle y la especificidad de sus narraciones, el documental ofrece una dimensión precisa de las formas que han adquirido la violencia y la impunidad en ese país.
Miriam es detenida por cargos de tráfico de personas. Ante su perplejidad por esa sorprendente imputación, le explican que ella tendrá que pagar por los crímenes que cometió otro; que así es y que no hay mucho que se pueda hacer cuando el crimen organizado así lo ha decidido. El relato de Miriam se entrelaza con la no menos terrible historia de Adela, a quien la búsqueda incesante de su hija desaparecida hace diez años la convirtió en un objetivo de las fuerzas de seguridad. Es porque se acercó demasiado a descubrir quiénes estaban detrás de su desaparición. Crimen organizado y fuerzas estatales, nos dice este documental, son la misma cara de un sistema levantado sobre la militarización, la corrupción y la impunidad.
Pero más allá del contexto en el que se mueve Tempestad, las voces de Miriam y Adela y la atmósfera que producen las imágenes de Tatiana Huezo en ese viaje de Norte a Sur por un país extraviado, son una nueva notificación, una nueva alerta sobre lo que viene ocurriendo hace décadas en México con los cuerpos y con las vidas de las mujeres.
Ficha técnica