
Edita, la del plumero, 1978
Sandra Eleta
Panamá
¿Por qué la elección?
En servidumbre pero empoderadas. Así retrata Sandra Eleta (1942) a un grupo de mujeres que trabajan en el servicio doméstico en su serie titulada La servidumbre. Eleta, considerada una de las fotógrafas más relevantes de América Latina, concentra su trabajo en los grupos humanos situados en las orillas de la sociedad: comunidades afro, pueblos indígenas, niños, ancianos y mujeres, pero, más allá de enfatizar en la profundidad de sus vulnerabilidades, lo que busca es exaltar sus vidas, su valor y su dignidad.
Estos seres tradicionalmente excluidos son el eje central de sus series fotográficas más notables, entre las que se destacan Portobelo, Las campesinas, Emberá: hijos del Río, Los abuelos y La servidumbre.
Esta última es una serie compuesta de fotografías en blanco y negro realizada por la artista en homenaje a empleadas del servicio doméstico en España y Panamá entre los años setenta y ochenta. Eleta logra captar cómo la diferencia generacional es determinante en términos de la actitud y la relación que se establece con este oficio. En La platería retrata a dos mujeres y dos generaciones. La mayor, mirando la bandeja de plata y casi fundida con el entorno, luce abnegada y entregada a un trabajo que ha sido su relación con el mundo. La joven, consciente de sí misma más que del objeto que limpia, mira de frente a la cámara y pareciera proyectar una vida al margen de la labor. Por su parte, Edita, la del plumero, con su imagen imponente, proyecta una gran conquista. Allí, sentada en una silla de espaldar alto, en posición erguida, maquillada, con su uniforme e instrumento de trabajo ladeado sobre su pecho y una actitud histriónica, altiva y desafiante, rompe el círculo de sumisión establecida por años en el quehacer doméstico, el cual ha pertenecido fundamentalmente a la mujer.
Ficha técnica

La platería, 1978
