
Queridas viejas, 2014
María Gimeno
España
¿Por qué la elección?
Después de constatar que en su formación artística las mujeres habían sido ignoradas y, con asombro, verificar que en La historia del arte de E. H. Gombrich, un libro de casi 700 páginas que pretendía ser la síntesis de la historia del arte universal, sólo figuraba una mujer, María Gimeno (1970) decidió indagar qué obras y qué artistas quedaron fuera de este y otros relatos y subsanar este “olvido”. En 2014, en el Museo del Prado, presentó su conferencia performativa Queridas viejas y, desde ahí, desarrolló un proyecto de gran envergadura que, con diferentes formatos, busca hacer visibles las artistas excluidas de la historia convencional del arte.
Vestida con un traje masculino y un gran cuchillo de cocina en el cinto, en la performance Queridas viejas, Gimeno toma un ejemplar de La Historia del Arte de E. H. Gombrich e inserta las artistas y las obras ignoradas en el lugar en el que debían haber quedado registradas generando, a la fuerza, un espacio para las mujeres en el canon del arte universal. En su obra, Gimeno le hace justicia a artistas que vivieron entre el siglo X y mediados del XX, período estudiado por Gombrich. En esta historia del arte rectificada obtienen su merecido lugar Caterina de Vigri, Sibylla von Bondorf, Plautilla Nelli, Luisa Roldán, Angelica Kauffmann, Barbara Hepworht, Hildegarda de Bingen, entre muchas otras.
La exclusión y silenciamiento de las mujeres en la historia del arte ya había sido abordada de manera igualmente sugerente y eficaz por Judy Chicago, en cuya mesa solemne y fastuosa, de la célebre The Dinner Party, cada uno de los nombres injustamente olvidados recibió un homenaje enmendador. Con la performance de Gimeno, el reconocimiento a las mujeres artistas se instala en el lugar mismo donde nace la exclusión y señala con ímpetu –y algo de beligerancia– a quienes la originaron.
Ficha técnica

