¿Por qué la elección?

Ana Teresa Barboza (1981) utiliza una amplia variedad de materiales para crear obras en las que confluyen el tejido, la fotografía y el site specific. Hilos de algodón, lanas, juncos, fibras naturales, ilustraciones, piedras, fotos y otros tipos de materiales remiten a atmósferas concretas: las del Perú, su país de origen. Esos entornos naturales, frondosos y repletos de agua y vegetación, hablan de un tiempo que no es el presente pero problematizan el peligro que corren por las consecuencias de los efectos del antropoceno.

Trabajando con técnicas ancestrales utilizadas por los pueblos originarios del Perú, Ana Barboza busca traer al presente la comunión que estos tenían con la naturaleza; una relación regida por el respeto, la consciencia y la reciprocidad. En sus obras se busca recomponer un entramado cultural y natural que día a día parece más frágil por el avance feroz del capitalismo y la intervención de la mano del hombre en los ecosistemas terrestres. Ese contraste entre pasado y presente parecieran convocarnos para cuestionar aquellos modos de consumo y producción capitalistas que ponen en peligro la existencia de la naturaleza y aquellas comunidades que subsisten gracias a ella. Esas comunidades son las que menos contribuyen al calentamiento global y, sin embargo, son las que más lo sufren.

Ana Barboza recupera el trabajo artesanal de los pueblos originarios y nos aproxima a sus prácticas, sus modos de hacer y concebir sus piezas. Remitiendo a los procesos de tejido, la recolección de materiales, el teñido de las fibras, la artista evoca un ritmo, una consciencia y un tiempo de producción que se ajustan a los de la naturaleza. Territorios y memorias se ponen en juego para producir pensamiento crítico sobre el futuro de los entornos naturales y las comunidades originarias que los protegen.