¿Por qué la elección?

La inclemente aridez de la península de Araya, Venezuela, ofrece una diversidad de texturas apabullante, una delicia para el ojo que la cámara de Pierre Seghers, único colaborador de la directora venezolana Margot Benacerraf en esta película, captura con maestría. Sobre estos magnéticos paisajes se recortan las figuras de hombres y mujeres cargando cestos en sus cabezas el día entero. Llevan peces y sal, sal y peces. Una jornada completa acompaña la poética narrativa de Araya a los miembros de algunas de estas familias trabajadoras, en la que se manifiesta la dureza de la explotación laboral y ciertos patrones de género arraigados en la distribución de las tareas.

Adolfo, César, Toñico, Beltrán, Damaso, Demecio, Benito y tantos hombres más, entre la pesca y la salina, tal como antes sus padres y todos sus antepasados desde la conquista de los españoles. Trabajo sufrido el de la sal, que comienza de noche, continúa bajo el rayo del sol, y ulcera pies y manos sin piedad. Petra, Carmen, Isabel, Angélica, Daria, Luisa, amamantan a los hijos e hijas, lavan la ropa, pregonan para vender el pescado excedente o se especializan en la alfarería. El narrador agrega a las imágenes que no dejan dudas: “El corazón de la mujer del pescador no conoce la fatiga. Sus brazos no conocen el cansancio.”

Luego de haber estudiado entre los años 1949 y 1951 en el Instituto de Altos Estudios Cinematográficos de París, la pionera Margot Benacerraf retornó a su país, Venezuela, y comenzó su carrera cinematográfica con el cortometraje Reverón, un retrato del misterioso mundo del conocido pintor venezolano Armando Reverón, con el que obtuvo cierto reconocimiento. Pero ha sido con Araya que Benacerraf alcanzó renombre internacional al compartir el Premio de la Crítica del Festival de Cine de Cannes con Hiroshima, mon amour, de Alain Resnais. Su contribución a la narrativa documental y su valiente enfoque la convierten en un ícono del cine que desafió los límites y abrió el camino para tantas otras mujeres cineastas en América Latina.