¿Por qué la elección?

Hysterical Girl propone una lectura de El caso Dora de Freud a través de una lente feminista y contemporánea. Combinando elementos del cine documental, la ficción, el videoarte y el collage, este ensayo audiovisual desmantela la narrativa anquilosada que cubre las experiencias de abuso de las mujeres con el manto de la vergüenza, la simulación y la envidia que, para Freud, provocarían la histeria.

La trascendencia de las ideas de Sigmund Freud es irrefutable. Su trabajo en materia del funcionamiento de la psiquis humana sigue teniendo vigencia y es estructural para comprender el desarrollo de la cultura occidental. Sin embargo, la hegemonía de su interpretación es hoy ampliamente cuestionada. El caso Dora es una piedra fundacional. Aún así está construido exclusivamente a partir del punto de vista de Freud y su método de análisis. En ningún momento hay un extracto que nos sitúe en la perspectiva de Dora (Ida Bauer) o haga referencia a su experiencia. Freud define las vivencias de su paciente como los síntomas de la histeria y así minimiza el impacto del abuso sexual, silencia la perspectiva femenina y desacredita el rechazo de Dora hacia su abusador, definiendo su reacción como el indicio de la represión sexual.

Novack le da voz a la silenciada Dora y crea una versión contemporánea y ficcional, que evidencia el dispositivo cinematográfico y dialoga, en un formato ensayístico, con imágenes de archivo de Freud, la narración de extractos de El caso Dora, fragmentos de películas, material periodístico de los juicios de Anita Hill y Christine Blasey Ford e imágenes de Bill Cosby y Harvey Weinstein, entre otros elementos que arman un dinámico y elocuente collage audiovisual.

Todos los hilos se conectan a través de la narrativa que atraviesa la cultura desde 1900 hasta la actualidad. Kate Novack ilustra un camino, el del psicoanálisis, que permite encontrar los fundamentos del presente. Las incesantes preguntas que deben enfrentar las mujeres frente al abuso y el acoso se replican, y esta película ilustra por qué, a pesar de que es mucho lo que ha cambiado desde entonces, la voz de las mujeres sigue siendo presentada como exagerada, irracional o falsa.