¿Por qué la elección?

El melodrama durante gran parte de la historia del cine fue visto como un género menor. El problema siempre fue el mismo: su tono juzgado como excesivo, poco sutil y demasiado emocional. Sin embargo, el tiempo ha demostrado que el melodrama es uno de los géneros más resistentes al paso del tiempo. Mientras otros géneros se han diluido en las aguas del tiempo, el melodrama se mantiene, siempre con una producción limitada, pero produciendo grandes obras en todas las décadas. Esto es lo que sucede con la obra de Fumiko, personaje protagónico de The Eternal Breasts. Tras el divorcio de la poeta, una de las compañeras del club de poesía que frecuenta comenta: “quizá ahora sí tenga un motivo para escribir sobre el sufrimiento. Sus poemas siempre han sido exagerados”. Detrás de este comentario está la creencia de que la forma privilegiada de la representación es la del realismo seco. La forma afectada y exacerbada de Fumiko contenía quizás una verdad que no podía ser expresada sino con la intensificación de los sentimientos.

The Eternal Breasts cuenta la historia del sufrimiento por una enfermedad, pero también la de una mujer que se apropia de su vida al enfrentarse a la muerte. "Cuando muera, moriré tal como soy. No le pediré a Dios que me ayude a morir como una buena mujer". Es a través de la enfermedad que Fumiko logra verse a sí misma: como mujer poeta. Es en la soledad donde comprende su deseo y encuentra la fortaleza para estar a la altura. La película también narra cómo una mujer trasciende la visión social que la reduce a una mera apariencia, un papel o la suma de las partes de su cuerpo. Al perder sus senos debido al cáncer, Fumiko se convierte en una mujer plena y se libera de la vergüenza impuesta por la sociedad a la "mujer mutilada". Ella comprende que su vida se encuentra principalmente en su deseo y su poesía.