
Visita al cirujano plástico, 1960
Remedios Varo
España / México
¿Por qué la elección?
Una mujer cubre su alargada nariz con un velo. Etérea, con su vestido gris, ingresa a una “clínica plastoturgencia”, a una consulta con un cirujano plástico. A un costado, en una vidriera, un maniquí femenino con seis pechos, una cintura estrechísima y una cadera pronunciada. Se alcanza a leer la inscripción: “¡Superamos a la naturaleza! En nuestra gloriosa era plastinaylonitica no hay limitaciones / osadía / buen gusto / elegancia y turgencia / es nuestro lema / Hablamos francés”.
En la obra de Remedios Varo (1908-963) abunda la representación de figuras femeninas en proceso de transformación. Con rasgos andróginos, con características casi animales y vegetales, esas mujeres viven una metamorfosis que casi siempre es expresión de exploración y creatividad. Pero en Visita al cirujano plástico esa premisa se profundiza. La obra trabaja las contradicciones latentes propias de un momento –la segunda mitad del siglo XX– en el que la medicina avanzaba sin que se tuvieran claras las implicancias. Es decir, las mujeres podían, a través de una cirugía plástica, intervenir su cuerpo y ganar confianza y superar obstáculos, pero la transformación de esos cuerpos las convierten en objetos, en mercancías. Ese creciente consumo por cirugías, ¿acaso no transforma a las mujeres en propiedad? Propiedad de una industria, de un sistema que las utiliza, que promete ficciones en torno a su cuerpo. Superar a la naturaleza en nombre de la estética, el buen gusto y la autosuperación, ¿tiene algún límite?
Produciendo pensamiento crítico en torno a la relación que las mujeres entablan con su propio cuerpo, esta obra precursora tiene plena vigencia. La puerta que la mujer está a punto de atravesar en Visita al cirujano plástico recrea tensiones que son también actuales. Que los cuerpos de las mujeres, desde siempre están en el centro de la disputa, es algo que también prueba esta relevante figura del surrealismo.
Ficha técnica

Mimetismo, 1960
