¿Por qué la elección?

Revisando la historiografía oficial de su país, Dalton Paula (1982) notó que la historia de la comunidad afrodescendiente es sistemáticamente omitida; que en los libros de historia que circulan en las escuelas o en las pinturas que cuelgan en los museos la ausencia de biografías de figuras afrodescendiente en general, y de mujeres negras en particular, es una constante. Esa exclusión, lejos de ser inocente o accidental, tiene que ver con la violencia real y simbólica que se ejerció, y aún se ejerce, sobre esta comunidad.

Con el claro objetivo de poner en evidencia este ocultamiento, Dalton realizó treinta retratos que jerarquizan las biografías de personas afrodescendientes que, durante varios siglos, hicieron significativos aportes culturales, religiosos y sociales a la historia brasileña. Entre los retratados se encuentra Zeferina, retrato de una mujer que construyó una comunidad para esclavos que huían del norte de Brasil en plena rebelión contra el régimen esclavista.

¿Cómo hacer retratos de personas cuyos rostros e historias permanecieron al margen del relato oficial? A pesar de no saber si los retratados lucían efectivamente de ese modo, porque así como sus historias, el registro sobre su apariencia física no existe, Dalton Paula pone rostro a una historia de vida concreta; se pregunta cómo le hubiese gustado a esa persona ser representada y, a partir de allí, realiza el retrato. También invita a los espectadores a imaginar las caras de esas personas invisibilizadas y a pensar en los mecanismos de exclusión y violencia que impiden el conocimiento de esas historias de vida y su contribución a la cultura material de su país.

Su trabajo, además de honrar y dignificar a quienes fueron invisibilizados, tiene el poder de establecer un hilo conductor entre esa invisibilización y la opresión racial vigente en Brasil y en el mundo.